El foco de la noticia no es si se pagó o no la deuda, sino el 'cómo'. La discrepancia entre los tiempos del Tesoro y el Banco Central, aunque se presente como un detalle técnico, puede ser un síntoma de la tensión financiera que enfrenta el Estado. Es crucial observar si estos desfasajes se vuelven recurrentes, ya que podrían indicar una dificultad creciente para afrontar los compromisos sin impactar negativamente en las ya presionadas reservas internacionales.