La caída del Riesgo País es un indicador financiero positivo que refleja un cambio en las expectativas del mercado. No obstante, es crucial diferenciar entre la confianza de los mercados financieros y la situación económica de la población. Para que esta mejora se materialice en beneficios concretos como la reducción de la inflación o el aumento del poder adquisitivo, es necesario que se complemente con políticas internas consistentes y que la nueva capacidad de financiamiento se utilice de manera productiva y sostenible.