Es importante analizar el dato de inflación en su totalidad. Si bien una cifra mensual del 2,3% puede indicar una desaceleración, no anula el efecto del aumento acumulado en el año, del 24,8%, y en los últimos doce meses, del 31,3%. La notable diferencia entre la inflación de servicios y la de bienes evidencia el peso de las decisiones administrativas sobre las tarifas. La discusión sobre la 'desaceleración' no debe opacar el problema de fondo: la continua y significativa pérdida de poder de compra de los salarios, que es el indicador final del impacto de la inflación en la vida de los ciudadanos.