Este tipo de informes técnicos, si bien valiosos, a menudo presentan las reformas como soluciones puramente económicas. Sin embargo, cada una de estas áreas implica complejas negociaciones sociales y políticas con ganadores y perdedores en el corto plazo. La clave, como el propio informe señala al final, reside en la capacidad del sistema político para procesar estos conflictos y forjar acuerdos que prioricen los beneficios a largo plazo por sobre los costos políticos inmediatos. La pregunta de fondo es si existe la voluntad y el capital político para iniciar y sostener un proceso de esta magnitud.