La combinación de una inflación persistente y las complejas negociaciones presupuestarias marcan un escenario económico desafiante. Es crucial que los ciudadanos monitoreen no solo los datos inflacionarios, que erosionan el poder adquisitivo, sino también las implicancias de las reformas propuestas en el Presupuesto 2026. Las bajas de impuestos, si bien pueden sonar atractivas, deben ser evaluadas en su impacto real y en cómo se financiarán para evitar mayores desequilibrios. La información sobre las reservas del BCRA es un termómetro clave: un saldo negativo constante sugiere fragilidad y limita la capacidad del gobierno para intervenir en la economía. Mantener una visión crítica sobre cómo los diferentes actores políticos presentan estos datos es fundamental para no caer en narrativas simplistas o sesgadas.