La reunión entre la UIA y el Ministro de Economía expone una tensión fundamental en el actual programa económico. Por un lado, la estrategia gubernamental prioriza la estabilización macroeconómica y la lucha contra la inflación, utilizando la apertura comercial como una de sus herramientas. Por otro lado, el sector productivo, que opera en la economía real, sufre las consecuencias inmediatas de la recesión y de una competencia externa que considera desigual debido a problemas estructurales no resueltos, conocidos como el 'costo argentino'. El desafío para la política económica será transitar esta fase de ajuste sin generar un daño irreparable en la capacidad productiva del país, apostando a que una futura recuperación económica pueda materializarse sobre un sector industrial aún operativo.