El éxito de esta transición de 'planes' a 'capacitación' depende de múltiples factores que exceden la voluntad del beneficiario. La efectividad de los cursos, la capacidad real del mercado laboral para crear nuevos puestos de trabajo formales y la coordinación entre el Estado y las empresas privadas son claves. Es importante observar si este nuevo esquema ofrece un puente real hacia el empleo o si, por el contrario, se convierte en un filtro que deja a una parte de la población vulnerable sin asistencia económica ni una inserción laboral concreta.