La drástica variación en la liquidación de divisas entre septiembre y octubre evidencia la alta dependencia de la política económica de incentivos de corto plazo. Si bien el 'dólar soja' cumplió su objetivo de acumular reservas de forma acelerada, también distorsionó el flujo natural de exportaciones. El desafío a futuro consiste en generar un esquema cambiario y macroeconómico previsible que no requiera de medidas excepcionales para asegurar un ingreso de divisas estable, fundamental para la sostenibilidad económica del país.