El ingreso de capitales a través de deuda es una señal positiva de confianza a corto plazo y provee un alivio financiero. Sin embargo, es fundamental observar si este endeudamiento se traduce en inversión productiva que genere los dólares necesarios para su repago futuro. Un aumento de deuda que no se destina a mejorar la capacidad exportadora o productiva del país podría convertirse en una vulnerabilidad a mediano y largo plazo.