Si bien la compra de reservas es una señal positiva de ordenamiento fiscal y monetario, es clave observar de dónde provienen los pesos que utiliza el Tesoro para realizar estas compras. Si surgen de una mayor recaudación o de una reducción del gasto, el efecto es genuino. Sin embargo, si los pesos se originan en emisión monetaria, la estrategia podría generar presiones inflacionarias a mediano plazo. La cotización de 1.445 pesos, por debajo de la expectativa del ministro, también sugiere un intento de no convalidar precios más altos en el mercado, aunque la capacidad de compra del Tesoro está limitada por la baja liquidez diaria.