Si bien la baja del riesgo país es una noticia positiva y una señal de confianza a corto plazo, es crucial observar si esta tendencia se sostiene en el tiempo. La confianza de los mercados es volátil y depende de la implementación efectiva de reformas estructurales y de la consistencia en la política económica, más allá de los resultados electorales o apoyos financieros puntuales. La cifra, aunque mejor, aún refleja una alta percepción de riesgo en comparación con países vecinos.