La actual calma cambiaria, con una brecha casi inexistente, presenta un escenario atípico y positivo para la economía argentina reciente. Sin embargo, es crucial observar si esta convergencia de valores es un fenómeno sostenible a largo plazo, producto de un reordenamiento macroeconómico de fondo, o si responde a factores coyunturales como la política de flotación y el nivel de tasas de interés.