La designación de Santilli, un político proveniente del PRO, en un ministerio clave, puede interpretarse como un gesto de pragmatismo por parte del gobierno. Busca incorporar experiencia en negociación y gestión territorial para destrabar conflictos y asegurar la aprobación de leyes. Este movimiento también refleja la necesidad del oficialismo de construir alianzas más allá de su núcleo duro para garantizar la viabilidad de su proyecto político.