Es fundamental distinguir entre la recuperación de los indicadores financieros y la de la economía productiva. Mientras los mercados se mueven por expectativas y flujos de capital, la economía real se basa en variables tangibles como el empleo y el poder adquisitivo. El desafío del modelo económico actual reside en su capacidad para alinear ambos mundos. La historia económica del país ofrece lecciones sobre períodos en que el auge financiero no se tradujo en un bienestar generalizado. Por lo tanto, los indicadores a seguir para evaluar el éxito del plan serán la concreción de las inversiones productivas y la evolución del consumo y el empleo.