Los anuncios del ministro Caputo delinean una hoja de ruta económica ambiciosa, enfocada en la estabilidad macroeconómica y el estímulo a la inversión. Es relevante monitorear la implementación de estas reformas, particularmente las de carácter laboral y tributario, para evaluar su impacto real en el empleo y la competitividad, así como la capacidad de generar consenso político para su aprobación y sostenibilidad a largo plazo. La concreción de los proyectos del RIGI será un indicador clave de la efectividad de estas políticas para atraer capitales y transformar la matriz productiva.