El potencial beneficio económico del acuerdo es claro, con un impacto directo en las reservas. Sin embargo, es pertinente analizar las contrapartidas que podría solicitar Estados Unidos en la negociación. Adicionalmente, la mención del presidente Milei a Donald Trump en el contexto de un año electoral estadounidense añade una dimensión política a una negociación eminentemente comercial, cuyo resultado podría estar influenciado por el ciclo político de ambos países.